Abigail e Isidora
Una mañana Abigail iba de camino al colegio junto a su hermana mayor Amelia, un tanto apuradas, ya que Abi tendría la exposición de las pirámides y quería llegar antes que todos para preparar su presentación, estaba muy emocionada pues lo había investigado todo con esmero y hasta le había pedido a su madre hacer unos dulces de lechosa para repartir al final de la exposición. De repente en el camino se encontró a una guacamaya azul y dorada quien muy curiosa le preguntó; a donde vas? Yo te he visto todos los días pasar por aquí, tu eres la niña morena rubia que siempre nos deja alpiste y girasol en la pajarera de la casa de la esquina, la casa de Anita, quería agradecerte, me llamo Isidora.
Abi podía comunicarse con los animales y la naturaleza desde que podía recordar, ella escuchaba sus pensamientos por lo que se comunicaba con ellos de forma telepática era por esto que Abi entendía que los animales merecían respeto y eran conscientes por esto les hacía sentir triste cuando los humanos los trataban mal de alguna manera.
Así que Amelia estaba acostumbrada a que cuando estaba con su hermanita a veces se acercaban los animales que se encontraban cerca y parecían entenderse, aunque Amelia no los podía escuchar era comprensiva y entendía a su hermana.
Entonces Abi le responde, Hola Isidora que bonitas alas tienes, son hermosos tus colores, me llamo Abigail y me dicen Abi, me alegra conocerte.
A lo que Isidora le responde: a mi también me encanta conocerte.
Abi continúa; vamos camino al colegio, voy a llegar a tiempo para preparar mi exposición de hoy, será sobre las pirámides y los egipcios, a lo que Isidora le dice; oh vaya ese es un tema muy interesante, yo conocí a los egipcios en el pasado cuando solía ser un gato, ahora escogí ser un pájaro para tener alas y poder volar.
Abi se queda pensativa por un momento y a la vez sorprendida le dice a Isidora, wow no sabía que podían hacer eso las aves, ser un animal diferente cada vez que nacen, a lo que Isidora le responde; si claro! Si no sería muy aburrido ser siempre lo mismo, todos podemos hacerlo, una vez fui un perro Golden retriever y fue una vida muy divertida solo jugaba a diario.
Cada vez que renacemos cambiamos de forma y vemos la vida de una manera distinta a la anterior, aprendemos más y podemos reencontrarnos con nuestros antiguos amigos y familiares convertidos en otros animales, los que podemos recordar esto nos respetamos unos a otros, porque nunca se sabe, te podrías encontrar a una hormiga que fue una amiga cercana en otra vida y así. Pero no todos recuerdan esto, algunos si, otros no.
Abi muy curiosa se queda de nuevo pensativa y dice: que maravilloso, me gustaría saber quien era en mi vida anterior, a lo que Isidora con una sonrisa le dice; quien sabe a lo mejor yo era tu gato y tú una egipcia.
Después de unos minutos de charlar amenamente mientras hacían el recorrido hasta el colegio de Abi, Isidora se despide; bueno que tengas mucho éxito en tu día Abi fue un gusto conocerte. Recuerda hablar también de los gatos en tu exposición y de la gran amistad que tenían con los sabios egipcios. Casi se va y le dice a Abi… ah y por favor también nos puedes dejar mangos a veces, nos gustan mucho.
Gracias Abi.
Claro que si Isidora! Que estés muy bien, hasta otro día.
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